Límite divergente o constructivo: En los límites divergentes, las placas se alejan y el vacío que resulta de esta separación es rellenado por material de la corteza, que surge del magma de las capas inferiores. Se cree que el surgimiento de bordes divergentes en las uniones de tres placas está relacionado con la formación de puntos calientes. En estos casos, se junta material de la astenósfera cerca de la superficie y la energía cinética es suficiente para hacer pedazos la litósfera. El punto caliente que originó la dorsal mesoatlántica se encuentra actualmente debajo de Islandia, y el material nuevo ensancha la isla algunos centímetros cada siglo.
Un ejemplo típico de este tipo de límite son las dorsales oceánicas (por ejemplo, la dorsal mesoatlántica) y en el continente las grietas como el Gran Valle del Rift.
Límite convergente o destructivo :Las características de los bordes convergentes dependen del tipo de litosfera de las placas que chocan.
Cuando una placa oceánica (más densa) choca contra una continental (menos densa) la placa oceánica es empujada debajo, formando una zona de subducción. En la superficie, la modificación topográfica consiste en una fosa oceánica en el agua y un grupo de montañas en tierra.
Cuando dos placas continentales colisionan (colisión continental), se forman extensas cordilleras formando un borde de obducción. La cadena del Himalaya es el resultado de la colisión entre la placa Indoaustraliana y la placa Euroasiática.
Cuando dos placas oceánicas chocan, el resultado es un arco de islas (por ejemplo, Japón)
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Tect%C3%B3nica_de_placas#L.C3.ADmite_divergente_o_constructivo
martes, 27 de mayo de 2008
Teoría de tectónicas de placas y teoría de la deriva continental
La tectónica de placas
Es la teoría que explica de manera elegante y coherente la estructura, historia y dinámica de la superficie de la Tierra. Establece que la litosfera (la porción superior más fría y rígida de la Tierra) está fragmentada en una serie de placas o baldosas que se desplazan sobre el manto terrestre fluido. Esta teoría también describe el movimiento de las placas, sus direcciones e interacciones. La litosfera terrestre está dividida en 12 grandes placas y en varias placas menores o microplacas. En los bordes de las placas se concentra actividad sísmica, volcánica y tectónica. Esto da lugar a la formación de grandes cadenas de montañas y cuencas.
Hasta ahora la Tierra es el único planeta del Sistema Solar con placas tectónicas activas, aunque hay evidencias de que Marte, Venus y alguno de los satélites galileanos como Europa fueron tectónicamente activos en tiempos remotos.
Deriva continental
La expresión deriva continental tiene dos significados posibles, refiriéndose el primero inadecuadamente al desplazamiento de las masas continentales, que no puede describirse propiamente como deriva, y designando el segundo a la teoría que el alemán Alfred Wegener desarrolló en las primeras décadas del siglo XX para intentar explicar ese fenómeno, que el identificó a partir de diversas observaciones empíricas.
La teoría de la deriva continental fue propuesta originalmente por Alfred Wegener en 1912, quien la formuló basado, entre otras cosas, en la manera en que parecen encajar las formas de los continentes a cada lado del Océano Atlántico, como África y Sudamérica (de lo que ya se habían percatado anteriormente Benjamin Franklin y otros). También tuvo en cuenta el parecido de la fauna fósil de los continentes septentrionales y ciertas formaciones geológicas. Más en general, Wegener conjeturó que el conjunto de los continentes actuales estuvieron unidos en el pasado remoto de la Tierra, formando un supercontinente, denominado Pangea. Este planteamiento fue inicialmente descartado por la mayoría de sus colegas, ya que su teoría carecía de un mecanismo para explicar la deriva de los continentes. En su tesis original, propuso que los continentes se desplazaban sobre el manto de la Tierra de la misma forma en que uno desplaza una alfombra sobre el piso de una habitación. Sin embargo, esto no es posible, debido a la enorme fuerza de fricción implicada, lo que motivó el rechazo de la explicación de Wegener, y la puesta en suspenso, como hipótesis interesante pero no probada, de la idea del desplazamiento continental.
La teoría de la deriva continental fue sustituida en la explicación del desplazamiento continental por la teoría de la tectónica de placas, nacida en los años 1960 a partir de investigaciones de Robert Dietz, Bruce Heezen, Harry Hess, Maurice Ewing y otros. Según esta teoría, el fenómeno del desplazamiento sucede desde hace miles de millones de años gracias a la convección global en el manto, de la que depende que la litosfera sea reconfigurada y desplazada permanentemente.
Se trata en este caso de una explicación consistente, en término físicos, que aunque difiere radicalmente acerca del mecanismo del desplazamiento continental, es igualmente una teoría movilista, que permitió superar las viejas interpretaciones fijistas de la orogénesis y de la formación de los continentes y océanos. Por esto, Wegener es considerado, con toda justicia, su precursor y por el mismo motivo ambas teorías son erróneamente consideradas una sola con mucha frecuencia.
FUENTES:
http://es.wikipedia.org/wiki/Placa_tect%C3%B3nica
http://es.wikipedia.org/wiki/Deriva_continental
Es la teoría que explica de manera elegante y coherente la estructura, historia y dinámica de la superficie de la Tierra. Establece que la litosfera (la porción superior más fría y rígida de la Tierra) está fragmentada en una serie de placas o baldosas que se desplazan sobre el manto terrestre fluido. Esta teoría también describe el movimiento de las placas, sus direcciones e interacciones. La litosfera terrestre está dividida en 12 grandes placas y en varias placas menores o microplacas. En los bordes de las placas se concentra actividad sísmica, volcánica y tectónica. Esto da lugar a la formación de grandes cadenas de montañas y cuencas.
Hasta ahora la Tierra es el único planeta del Sistema Solar con placas tectónicas activas, aunque hay evidencias de que Marte, Venus y alguno de los satélites galileanos como Europa fueron tectónicamente activos en tiempos remotos.
Deriva continental
La expresión deriva continental tiene dos significados posibles, refiriéndose el primero inadecuadamente al desplazamiento de las masas continentales, que no puede describirse propiamente como deriva, y designando el segundo a la teoría que el alemán Alfred Wegener desarrolló en las primeras décadas del siglo XX para intentar explicar ese fenómeno, que el identificó a partir de diversas observaciones empíricas.
La teoría de la deriva continental fue propuesta originalmente por Alfred Wegener en 1912, quien la formuló basado, entre otras cosas, en la manera en que parecen encajar las formas de los continentes a cada lado del Océano Atlántico, como África y Sudamérica (de lo que ya se habían percatado anteriormente Benjamin Franklin y otros). También tuvo en cuenta el parecido de la fauna fósil de los continentes septentrionales y ciertas formaciones geológicas. Más en general, Wegener conjeturó que el conjunto de los continentes actuales estuvieron unidos en el pasado remoto de la Tierra, formando un supercontinente, denominado Pangea. Este planteamiento fue inicialmente descartado por la mayoría de sus colegas, ya que su teoría carecía de un mecanismo para explicar la deriva de los continentes. En su tesis original, propuso que los continentes se desplazaban sobre el manto de la Tierra de la misma forma en que uno desplaza una alfombra sobre el piso de una habitación. Sin embargo, esto no es posible, debido a la enorme fuerza de fricción implicada, lo que motivó el rechazo de la explicación de Wegener, y la puesta en suspenso, como hipótesis interesante pero no probada, de la idea del desplazamiento continental.
La teoría de la deriva continental fue sustituida en la explicación del desplazamiento continental por la teoría de la tectónica de placas, nacida en los años 1960 a partir de investigaciones de Robert Dietz, Bruce Heezen, Harry Hess, Maurice Ewing y otros. Según esta teoría, el fenómeno del desplazamiento sucede desde hace miles de millones de años gracias a la convección global en el manto, de la que depende que la litosfera sea reconfigurada y desplazada permanentemente.
Se trata en este caso de una explicación consistente, en término físicos, que aunque difiere radicalmente acerca del mecanismo del desplazamiento continental, es igualmente una teoría movilista, que permitió superar las viejas interpretaciones fijistas de la orogénesis y de la formación de los continentes y océanos. Por esto, Wegener es considerado, con toda justicia, su precursor y por el mismo motivo ambas teorías son erróneamente consideradas una sola con mucha frecuencia.
FUENTES:
http://es.wikipedia.org/wiki/Placa_tect%C3%B3nica
http://es.wikipedia.org/wiki/Deriva_continental
Placas tectónicas
Una placa tectónica o placa litosférica es un fragmento de litosfera que se desplaza como un bloque rígido sin presentar deformación interna sobre la astenósfera de la Tierra. Este movimiento se produce por corrientes de convección en el interior de la Tierra que liberan el calor original adquirido por el planeta durante su formación.
Tipos de placas
Las placas litosféricas son esencialmente de dos tipos, en función de la clase de corteza que forma su superficie. Hay dos clases de corteza. la oceánica y la continental.
Placas oceánicas: Son placas cubiertas íntegramente por corteza oceánica, delgada y de composición básica. Aparecerán sumergidas en toda su extensión, salvo por la presencia de edificios volcánicos intraplaca, de los que más altos aparecen emergidos, o por arcos de islas en alguno de sus bordes. Los ejemplos más notables se encuentran en el Pacífico: la placa Pacífica, la placa de Nazca, la placa de Cocos y la placa Filipina.
Placas mixtas: Son placas cubiertas en parte por corteza continental y en parte por corteza oceánica. La mayoría de las placas tienen este carácter. Para que una placa fuera íntegramente continental tendría que carecer de bordes de tipo divergente (dorsales) en su contorno. En teoría esto es posible en fases de convergencia y colisión de fragmentos continentales, y de hecho pueden interpretarse así algunas subplacas de las que forman los continentes. Valen como ejemplos de placas mixtas la placa Sudamericana o la placa Euroasiática.
Solo existe una placa que pueda llamarse continental, y es la microplaca iraní, que carece totalmente de bordes divergentes (dorsales).
Límites de placa
Las placas limitan entre sí por tres tipos de situaciones.
Límites divergentes: Corresponden al medio oceánico que se extiende, de manera discontinua, a lo largo del eje de las dorsales.
Límites convergentes: Allí donde dos placas se encuentran. Hay dos casos muy distintos:
Límites de subducción: Una de las placas se dobla, con un ángulo pequeño, hacia el interior de la Tierra, introduciéndose por debajo de la otra. El límite viene marcado por la presencia de una fosa oceánica o fosa abisal, una estrecha zanja cada uno de cuyos flancos pertenece a una placa distinta. Hay dos casos que difieren por la naturaleza de la litosfera en la placa que recibe la subducción: puede ser de tipo continental, como ocurre en la subducción de la placa de Nazca bajo los Andes; o puede ser litosfera oceánica, en cuyo caso se desarrollan allí edificios volcánicos que forman un arco de islas. Las fosas oceánicas, y los límites que marca, tienen una forma curva, con una gran amplitud según corresponde a la sección de un plano inclinado, el plano de subducción, con la superficie.
Límites de colisión. Se originan cuando la convergencia facilitada por la subducción provoca la aproximación de dos masas continentales. Al final las dos masas chocan, levantándose un orógeno de colisión, con los materiales continentales de la placa que subducía tendiendo a ascender sobre la otra placa. Las mayores cordilleras, como el Himalaya o los Alpes se forman así.
Límites de fricción. Es como llamamos a la situación en que dos placas aparecen separadas por un tramo de falla transformante. Las fallas transformantes quiebran transversalmente las dorsales, permitiéndoles desarrollar un trazado sinuoso a pesar de que su estructura interna exige que sean rectas. Topográficamente las fallas transformantes aparecen como estrechos valles rectos asimétricos en el fondo oceánico. Sólo una parte del medio de cada falla es propiamente límite entre placas, proyectándose los dos extremos cada uno dentro de una placa.
Bordes de placa
Las zonas de las placas contiguas a los límites, los bordes de placa, son las regiones de mayor actividad geológica interna del planeta. En ellas se concentran:
El vulcanismo: La mayor parte del vulcanismo activo se produce en el eje de las dorsales, en los límites divergentes, pero al ser submarino y de tipo fluidal, poco violento, pasa muy desapercibido. Detrás vienen las regiones contiguas a las fosas por el lado de la placa que no subduce.
La orogénesis: es decir, el levantamiento de montañas. La orogénesis acompaña a la convergencia de placas, tanto donde hay subducción, donde se levantan arcos volcánicos y cordilleras, como los Andes, ricas en volcanes; como en los límites de colisión, donde el vulcanismo es escaso o ausente, pero la sismicidad es particularmente intensa.
La sismicidad:Existen terremotos intraplaca, originados en fracturas en las regiones centrales y generalmente estables de las placas; pero la inmensa mayoría se producen en bordes de placa. Las circunstancias del clima y de la historia han hecho concentrarse una buena parte de la población mundial en las regiones más sísmicas de los continentes, las que forman los cinturones orogenéticos, junto a límites convergentes. Algunos terremotos importantes, como el terremoto de San Francisco de 1906, se originan en límites de fricción. Los terremotos más importantes de las dorsales son los que se producen en donde las fallas transformantes actúan como límite entre placas.
FUENTE:
http://es.wikipedia.org/wiki/Placa_tect%C3%B3nica
Tipos de placas
Las placas litosféricas son esencialmente de dos tipos, en función de la clase de corteza que forma su superficie. Hay dos clases de corteza. la oceánica y la continental.
Placas oceánicas: Son placas cubiertas íntegramente por corteza oceánica, delgada y de composición básica. Aparecerán sumergidas en toda su extensión, salvo por la presencia de edificios volcánicos intraplaca, de los que más altos aparecen emergidos, o por arcos de islas en alguno de sus bordes. Los ejemplos más notables se encuentran en el Pacífico: la placa Pacífica, la placa de Nazca, la placa de Cocos y la placa Filipina.
Placas mixtas: Son placas cubiertas en parte por corteza continental y en parte por corteza oceánica. La mayoría de las placas tienen este carácter. Para que una placa fuera íntegramente continental tendría que carecer de bordes de tipo divergente (dorsales) en su contorno. En teoría esto es posible en fases de convergencia y colisión de fragmentos continentales, y de hecho pueden interpretarse así algunas subplacas de las que forman los continentes. Valen como ejemplos de placas mixtas la placa Sudamericana o la placa Euroasiática.
Solo existe una placa que pueda llamarse continental, y es la microplaca iraní, que carece totalmente de bordes divergentes (dorsales).
Límites de placa
Las placas limitan entre sí por tres tipos de situaciones.
Límites divergentes: Corresponden al medio oceánico que se extiende, de manera discontinua, a lo largo del eje de las dorsales.
Límites convergentes: Allí donde dos placas se encuentran. Hay dos casos muy distintos:
Límites de subducción: Una de las placas se dobla, con un ángulo pequeño, hacia el interior de la Tierra, introduciéndose por debajo de la otra. El límite viene marcado por la presencia de una fosa oceánica o fosa abisal, una estrecha zanja cada uno de cuyos flancos pertenece a una placa distinta. Hay dos casos que difieren por la naturaleza de la litosfera en la placa que recibe la subducción: puede ser de tipo continental, como ocurre en la subducción de la placa de Nazca bajo los Andes; o puede ser litosfera oceánica, en cuyo caso se desarrollan allí edificios volcánicos que forman un arco de islas. Las fosas oceánicas, y los límites que marca, tienen una forma curva, con una gran amplitud según corresponde a la sección de un plano inclinado, el plano de subducción, con la superficie.
Límites de colisión. Se originan cuando la convergencia facilitada por la subducción provoca la aproximación de dos masas continentales. Al final las dos masas chocan, levantándose un orógeno de colisión, con los materiales continentales de la placa que subducía tendiendo a ascender sobre la otra placa. Las mayores cordilleras, como el Himalaya o los Alpes se forman así.
Límites de fricción. Es como llamamos a la situación en que dos placas aparecen separadas por un tramo de falla transformante. Las fallas transformantes quiebran transversalmente las dorsales, permitiéndoles desarrollar un trazado sinuoso a pesar de que su estructura interna exige que sean rectas. Topográficamente las fallas transformantes aparecen como estrechos valles rectos asimétricos en el fondo oceánico. Sólo una parte del medio de cada falla es propiamente límite entre placas, proyectándose los dos extremos cada uno dentro de una placa.
Bordes de placa
Las zonas de las placas contiguas a los límites, los bordes de placa, son las regiones de mayor actividad geológica interna del planeta. En ellas se concentran:
El vulcanismo: La mayor parte del vulcanismo activo se produce en el eje de las dorsales, en los límites divergentes, pero al ser submarino y de tipo fluidal, poco violento, pasa muy desapercibido. Detrás vienen las regiones contiguas a las fosas por el lado de la placa que no subduce.
La orogénesis: es decir, el levantamiento de montañas. La orogénesis acompaña a la convergencia de placas, tanto donde hay subducción, donde se levantan arcos volcánicos y cordilleras, como los Andes, ricas en volcanes; como en los límites de colisión, donde el vulcanismo es escaso o ausente, pero la sismicidad es particularmente intensa.
La sismicidad:Existen terremotos intraplaca, originados en fracturas en las regiones centrales y generalmente estables de las placas; pero la inmensa mayoría se producen en bordes de placa. Las circunstancias del clima y de la historia han hecho concentrarse una buena parte de la población mundial en las regiones más sísmicas de los continentes, las que forman los cinturones orogenéticos, junto a límites convergentes. Algunos terremotos importantes, como el terremoto de San Francisco de 1906, se originan en límites de fricción. Los terremotos más importantes de las dorsales son los que se producen en donde las fallas transformantes actúan como límite entre placas.
FUENTE:
http://es.wikipedia.org/wiki/Placa_tect%C3%B3nica
domingo, 25 de mayo de 2008
Métodos de orientacion sin brújula
¿Cómo orientarse sin la brujula?
Hemos de tener en cuenta que la orientación por métodos naturales es sumamente imprecisa. En la mayoría de los casos, sirve únicamente para casos específicos, no tiene una práctica utilidad. Por ejemplo, siempre suele decirse que el sol sale por el Este y se pone por el Oeste. Pues esto no es siempre así ya que esto solo ocurre dos días al año, en los equinoccios de primavera y otoño (21 Marzo- 23 de Septiembre). El resto de los días, a partir del equinoccio de primavera, se va desviando y según se acerca al solsticio de verano (22 de junio) sale por el Nordeste y se pone por el Noroeste volviendo a “desviarse” hasta su posición normal en el equinoccio de otoño . Este proceso se repite con el desvío hacia el Sudeste a partir de esta fecha. En cambio la orientación al medio día (punto de máxima verticalidad) es siempre hacia el sur con lo que poniéndose de espaldas al Sol nuestra sombra indica el Norte. Claro, en verano, puede ser problemática su localización y además debemos tener en cuenta que la hora oficial de nuestros relojes no suele estar ajustada con la solar.
LA LUNA. Cuando se encuentra en su fase creciente, con forma de “D”, los cuernos apuntan al este, mientras que el período menguante, con forma de “C”, estos apuntan al oeste.
Caminar sin perder el Norte.
Cuando por la razón que sea nos encontramos en la naturaleza desprovistos de mapa y brújula hay varios métodos que nos pueden servir para volver a una zona habitada. Hay que decir que es muy importante por lo menos haber echado un vistazo a los mapas de la zona que vayamos a visitar, ya que en caso de pérdida de éstos, por lo menos sabremos la dirección aproximada en que se encuentra una pista, carretera, arroyo etc, que nos traiga de vuelta a nuestro punto de partida. El Sol y las estrellas serán nuestros mejores guías, siempre que la climatología nos lo permita.
MÉTODO DEL PALO Y LA SOMBRA.
Clavamos en el suelo un palo lo más resto posible y marcamos con un palito la punta de la sombra proyectada, esperamos un rato y vemos que la sombra se va desplazando. Volvemos a marcar de nuevo la punta de la sombra. Si unimos los dos palitos con una recta habremos obtenido la dirección Este-Oeste, quedando el Este a nuestra izquierda si estamos cara al Sol y trazamos una perpendicular a esta línea obteniendo la dirección Norte-Sur, quedando el Sur en dirección al Sol.
El método del palo y las sombras es mucho más exacto en las horas centrales del día, cuando las sombras son más cortas.
Esto es aplicable con luna llena y se realiza exactamente igual.
POSICIÓN DEL SOL EN EL CIELO, MÉTODO DEL RELOJ.
El movimiento que se observa de la posición del Sol se debe a la rotación de la Tierra. Este movimiento al ser uniforme, permite que se pueda referenciar una medida de tiempo. Por tanto, conocer la hora solar en el momento de la observación permite determinar la dirección de la visual al Sol. Por ejemplo, a las seis de la mañana, el Sol Apunta al Este, a las doce del mediodía al Sur, y a las seis de la tarde al Oeste. Estas son las horas solares locales. En España la hora oficial es una o dos horas más a la hora solar, según sea invierno o verano. Con un reloj de agujas que marque la hora solar, señalando el Sol con la aguja horaria, la bisectriz o línea que divide en dos el ángulo formado por la aguja horaria y las doce del reloj será la dirección Norte-Sur, quedando el Sur en dirección al Sol. Si trazamos una perpendicular obtendremos la dirección Este-Oeste.
ORIENTARSE CON LA ESTRELLA POLAR.
La Estrella Polar es una estrella no demasiado luminosa perteneciente a la constelación de la Osa Menor y tiene la peculiaridad de coincidir con el Norte geográfico o verdadero con un error de un 1º, porque su posición en la esfera celeste coincide casualmente con la prolongación del eje de rotación de la Tierra. De manera que es la única estrella que no cambia de posición.
Al ser una estrella no muy luminosa necesitamos de otras constelaciones más visibles para localizarla. Estas constelaciones son la Osa Mayor que tiene forma de cazo o carro y Casiopea con forma de “W” o de “M”. Estas constelaciones giran enfrentadas alrededor de la estrella polar en sentido contrario al movimiento de las agujas del reloj y así, aunque el perfil del terreno nos tape alguna , siempre la otra será visible.
ORIENTADONOS CON LAS ESTRELLAS.
Orientación por las estrellas en el hemisferio boreal (por ejemplo en España) :
Mirando hacia el norte y a unos 45 grados del horizonte podemos ver las constelaciones de la Osa Mayor y de la Osa Menor. Las dos tienen las estrellas más importantes colocadas de la misma forma: cuatro de ellas forman los ángulos de un cuadrilátero que se llama el Carro, otras tres forman el timón del Carro. La Estrella Polar está en la extremidad del timón de la Osa Menor y en la dirección Norte.
MÉTODO DE ORIENTACIÓN POR ALINEAMIENTO.
El tema se nos puede complicar mucho cuando hay niebla o está cubierto el cielo y los astros no son visibles.
Cuando estamos desorientados la tendencia normal es moverse dando grandes círculos, con el peligro consiguiente de agotamiento.
Si nuestro grupo está formado por al menos tres personas, podemos ir alineándonos sucesivamente, para así mantener una dirección constante y no caer en la tendencia de mover describiendo círculos, así hasta poder dar con un camino, pista, etc.
OBSERVAR LA NATURALEZA.
Si observamos la naturaleza también encontramos indicios para la orientación. En el hemisferio norte, en la cara sur, los elementos de la naturaleza como árboles o rocas aisladas, están más expuestos a la luz solar que en su cara norte. Por esta razón la temperatura de las caras norte es menor y conserva más tiempo la humedad. La detección de la humedad o de organismos vivos propios en estas condiciones permiten aproximar el norte.
Los vegetales para vivir necesitan también la luz solar. Así pues la iluminación que recibe el Sol influye sobre su crecimiento, y puede ser útil para determinar de forma aproximada la dirección del Norte. El crecimiento de los árboles se hace de forma anular, añadiendo una capa más a las que ya tiene. En el crecimiento de la células también influye la temperatura, dado que en la cara Sur la temperatura media también es mayor también mayor será el crecimiento. Observando la dirección más desarrollada en troncos cortados se puede aproximar el Sur. Las hormigas abren las bocas de sus hormigueros mirando hacia el sur. Al mediodía el Sol se encuentra inclinado en dirección sur.
Fuentes de Información
http://www.tolono.es/orientacion.htm
http://www.mallorcaverde.es/el-norte.htm
Hemos de tener en cuenta que la orientación por métodos naturales es sumamente imprecisa. En la mayoría de los casos, sirve únicamente para casos específicos, no tiene una práctica utilidad. Por ejemplo, siempre suele decirse que el sol sale por el Este y se pone por el Oeste. Pues esto no es siempre así ya que esto solo ocurre dos días al año, en los equinoccios de primavera y otoño (21 Marzo- 23 de Septiembre). El resto de los días, a partir del equinoccio de primavera, se va desviando y según se acerca al solsticio de verano (22 de junio) sale por el Nordeste y se pone por el Noroeste volviendo a “desviarse” hasta su posición normal en el equinoccio de otoño . Este proceso se repite con el desvío hacia el Sudeste a partir de esta fecha. En cambio la orientación al medio día (punto de máxima verticalidad) es siempre hacia el sur con lo que poniéndose de espaldas al Sol nuestra sombra indica el Norte. Claro, en verano, puede ser problemática su localización y además debemos tener en cuenta que la hora oficial de nuestros relojes no suele estar ajustada con la solar.
LA LUNA. Cuando se encuentra en su fase creciente, con forma de “D”, los cuernos apuntan al este, mientras que el período menguante, con forma de “C”, estos apuntan al oeste.
Caminar sin perder el Norte.
Cuando por la razón que sea nos encontramos en la naturaleza desprovistos de mapa y brújula hay varios métodos que nos pueden servir para volver a una zona habitada. Hay que decir que es muy importante por lo menos haber echado un vistazo a los mapas de la zona que vayamos a visitar, ya que en caso de pérdida de éstos, por lo menos sabremos la dirección aproximada en que se encuentra una pista, carretera, arroyo etc, que nos traiga de vuelta a nuestro punto de partida. El Sol y las estrellas serán nuestros mejores guías, siempre que la climatología nos lo permita.
MÉTODO DEL PALO Y LA SOMBRA.
Clavamos en el suelo un palo lo más resto posible y marcamos con un palito la punta de la sombra proyectada, esperamos un rato y vemos que la sombra se va desplazando. Volvemos a marcar de nuevo la punta de la sombra. Si unimos los dos palitos con una recta habremos obtenido la dirección Este-Oeste, quedando el Este a nuestra izquierda si estamos cara al Sol y trazamos una perpendicular a esta línea obteniendo la dirección Norte-Sur, quedando el Sur en dirección al Sol.
El método del palo y las sombras es mucho más exacto en las horas centrales del día, cuando las sombras son más cortas.
Esto es aplicable con luna llena y se realiza exactamente igual.
POSICIÓN DEL SOL EN EL CIELO, MÉTODO DEL RELOJ.
El movimiento que se observa de la posición del Sol se debe a la rotación de la Tierra. Este movimiento al ser uniforme, permite que se pueda referenciar una medida de tiempo. Por tanto, conocer la hora solar en el momento de la observación permite determinar la dirección de la visual al Sol. Por ejemplo, a las seis de la mañana, el Sol Apunta al Este, a las doce del mediodía al Sur, y a las seis de la tarde al Oeste. Estas son las horas solares locales. En España la hora oficial es una o dos horas más a la hora solar, según sea invierno o verano. Con un reloj de agujas que marque la hora solar, señalando el Sol con la aguja horaria, la bisectriz o línea que divide en dos el ángulo formado por la aguja horaria y las doce del reloj será la dirección Norte-Sur, quedando el Sur en dirección al Sol. Si trazamos una perpendicular obtendremos la dirección Este-Oeste.
ORIENTARSE CON LA ESTRELLA POLAR.
La Estrella Polar es una estrella no demasiado luminosa perteneciente a la constelación de la Osa Menor y tiene la peculiaridad de coincidir con el Norte geográfico o verdadero con un error de un 1º, porque su posición en la esfera celeste coincide casualmente con la prolongación del eje de rotación de la Tierra. De manera que es la única estrella que no cambia de posición.
Al ser una estrella no muy luminosa necesitamos de otras constelaciones más visibles para localizarla. Estas constelaciones son la Osa Mayor que tiene forma de cazo o carro y Casiopea con forma de “W” o de “M”. Estas constelaciones giran enfrentadas alrededor de la estrella polar en sentido contrario al movimiento de las agujas del reloj y así, aunque el perfil del terreno nos tape alguna , siempre la otra será visible.
ORIENTADONOS CON LAS ESTRELLAS.
Orientación por las estrellas en el hemisferio boreal (por ejemplo en España) :
Mirando hacia el norte y a unos 45 grados del horizonte podemos ver las constelaciones de la Osa Mayor y de la Osa Menor. Las dos tienen las estrellas más importantes colocadas de la misma forma: cuatro de ellas forman los ángulos de un cuadrilátero que se llama el Carro, otras tres forman el timón del Carro. La Estrella Polar está en la extremidad del timón de la Osa Menor y en la dirección Norte.
MÉTODO DE ORIENTACIÓN POR ALINEAMIENTO.
El tema se nos puede complicar mucho cuando hay niebla o está cubierto el cielo y los astros no son visibles.
Cuando estamos desorientados la tendencia normal es moverse dando grandes círculos, con el peligro consiguiente de agotamiento.
Si nuestro grupo está formado por al menos tres personas, podemos ir alineándonos sucesivamente, para así mantener una dirección constante y no caer en la tendencia de mover describiendo círculos, así hasta poder dar con un camino, pista, etc.
OBSERVAR LA NATURALEZA.
Si observamos la naturaleza también encontramos indicios para la orientación. En el hemisferio norte, en la cara sur, los elementos de la naturaleza como árboles o rocas aisladas, están más expuestos a la luz solar que en su cara norte. Por esta razón la temperatura de las caras norte es menor y conserva más tiempo la humedad. La detección de la humedad o de organismos vivos propios en estas condiciones permiten aproximar el norte.
Los vegetales para vivir necesitan también la luz solar. Así pues la iluminación que recibe el Sol influye sobre su crecimiento, y puede ser útil para determinar de forma aproximada la dirección del Norte. El crecimiento de los árboles se hace de forma anular, añadiendo una capa más a las que ya tiene. En el crecimiento de la células también influye la temperatura, dado que en la cara Sur la temperatura media también es mayor también mayor será el crecimiento. Observando la dirección más desarrollada en troncos cortados se puede aproximar el Sur. Las hormigas abren las bocas de sus hormigueros mirando hacia el sur. Al mediodía el Sol se encuentra inclinado en dirección sur.
Fuentes de Información
http://www.tolono.es/orientacion.htm
http://www.mallorcaverde.es/el-norte.htm
martes, 13 de mayo de 2008
Ejemplos de mapas temáticos


Fuente: http://www.clarin.com/diario/2006/06/07/elpais/p-01201.htm

Fuente: http://www.mpl.ird.fr/crea/orellana/eorellana/epays/evenezuela3.html
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